Las estanterías metálicas se caracterizan por su gran versatilidad y resistencia, lo que les confiere una alta capacidad de carga que las hace aptas para el almacenaje de mercancías voluminosas y pesadas.
Estos motivos, junto a que son muy económicas, hacen que sean la opción elegida por muchos profesionales para sus negocios. Sus usos pueden ser muy diversos, por lo que es habitual encontrarlas en diferentes lugares, como en espacios de exposición de locales comerciales, almacenes, trasteros o talleres.
Si tú también has apostado por ellas para tu negocio o estás pensando en hacerlo, toma nota de los siguientes pasos con los que aprenderás cómo montar una estantería metálica de forma sencilla.
Coloca en el suelo dos barras de forma paralela entre ellas. Seguidamente, coloca la balda superior, introduciendo primero el tornillo y después la tuerca para fijarla en las ranuras correspondientes.
Tras haber fijado la balda superior, pasa a montar el resto de baldas usando dos tornillos para anclar cada una a la correspondiente barra.
Sitúa las dos barras en el lugar correspondiente, cercionándote de que coinciden con las barras traseras. Una vez estén situadas, procede a fijarlas atornillándolas.
Encaja las patas en la parte de la barra que irá apoyada en el suelo y levanta la estantería, poniéndola en vertical.
Estando la estantería de metal en posición vertical, ya solo tiene que terminar de ajustar todos los tornillos para que toda la estructura quede bien fija.
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