Además de captar y conservar clientes, uno de los principales retos para cualquier comercio es organizar las estanterías y el espacio de una forma eficiente con el objetivo de favorecer las ventas.
Para lograr el equilibrio, debes tratar de planificar cada rincón de la tienda para que no queden espacios útiles desaprovechados. Al mismo tiempo, tendrás que plantear la organización de los productos de manera que los clientes se encuentren con cada uno de ellos en el momento óptimo dentro de su recorrido dentro del comercio, es decir, cuando haya más posibilidades de que lo metan en su cesta.
En primer lugar, lo recomendable es, con un mapa de la tienda, averiguar qué tipo de estanterías metálicas y otras soluciones de almacenamiento necesitas para llenar el espacio disponible, permitiendo siempre que sea suficiente para que los clientes puedan caminar y ver todos los artículos con comodidad.
CONSEJOS PARA ORGANIZAR LAS ESTANTERÍAS DE PRODUCTOS
Si el espacio lo permite, lo ideal es crear un camino sutil a través de la tienda para garantizar que los clientes vean todo lo disponible en la tienda, de manera que todos los productos puedan tener su momento de atención.
La mejor manera de conocer la distribución óptima de los artículos es dedicar un tiempo a observar el comportamiento de los clientes dentro de la tienda. Intenta establecer cuál es la ruta que más se repite desde que entran hasta que salen del establecimiento.
Identifica cuáles son las áreas calientes, es decir, más frecuentadas, y las áreas frías, las más ignoradas por los visitantes. Esto te permitirá redistribuir los artículos de la tienda, de manera que se mantenga el tráfico en las zonas más transitadas aumentando al mismo tiempo el de las áreas frías.
Para incrementar el tránsito en las áreas frías de la tienda, prueba a colocar en sus estanterías las mejores ofertas y promociones, así como productos considerados básicos y de compra más recurrente de tu negocio.
El puesto de caja, de no estar en la zona de salida de la tienda, idealmente debería ubicarse en alguna de las áreas frías, siempre y cuando permita mantener una visión adecuada de la mayor parte del establecimiento y de la puerta de entrada.
De esta manera, el cliente también visitará esta zona fría obligatoriamente antes de marcharse con su compra. Eso sí, ten siempre en cuenta que la ubicación de la caja se encuentre en un espacio en el que posibles colas no entorpezcan el paso o el tránsito dentro de la tienda.
Por último, siempre es una buena idea, al igual que hacen los supermercados, colocar productos de compra impulsiva tanto en las estanterías de las zonas más calientes como en la caja, puesto que son los momentos donde hay más posibilidades de que el cliente los coja. ¡Verás cómo aumentan sus ventas!
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