En cualquier espacio de trabajo es fundamental establecer una serie de medidas de seguridad. Estas normas han de ser conocidas y respetadas por todos los empleados para que así el trabajo sea desarrollado con menor riesgo y una mayor eficacia.
Un almacén tiene ciertas particularidades respecto a otros entornos de trabajo. La manipulación de mercancías pesadas y el empleo de carretillas elevadoras y otra maquinaria hacen aún más importante el escrupuloso seguimiento de una serie de normas de seguridad.
Cada almacén debe realizar un estudio y detectar todos los potenciales riesgos e implementar medidas destinadas a prevenirlos. Sin embargo, hay una serie de normas de seguridad que son comunes a todos los almacenes. Sigue leyendo para conocerlas.
Por norma general, es complicado disponer de luz natural en todas las áreas del almacén, por lo que contar con un buen sistema de iluminación artificial es fundamental para poder desarrollar el trabajo siempre con buena visibilidad y de forma segura.
Del mismo modo, un buen sistema de ventilación hará que circule aire limpio por el almacén, disminuyendo el riesgo de intoxicación y evitando malos olores.
Los extintores han de estar señalizados y colocados en diferentes puntos del almacén, permaneciendo fácilmente accesibles en todo momento.
También es necesario contar con otros elementos de seguridad, como un equipo de primeros auxilios, cuyo correcto funcionamiento sea comprobado de forma periódica.
Las salidas de emergencia han de encontrarse, en todo momento, visibles, señalizadas, accesibles y libres de cualquier obstáculo para que, llegado el momento, pueda llevarse a cabo una evacuación de manera rápida y segura.
Al igual que en las vías urbanas, dentro de los almacenes es necesario establecer ciertas normas de circulación con el fin de evitar choques y atropellos por los pasillos. En primer lugar, han de ser lo suficientemente anchos como para permitir la circulación de maquinaria y personas sin riesgo de contactos o colisiones.
Es necesario establecer una velocidad máxima de circulación para las máquinas, que deben dar prioridad siempre a los empleados que circulen a pie. También es siempre recomendable reservar algunas vías para la circulación exclusivas de trabajadores que vayan a pie y por las que nunca circulen máquinas.
El método de almacenaje de cada mercancía debe estar adaptado en función al volumen y peso de la misma, con el objetivo de evitar posibles lesiones provocadas por una carga excesiva.
Asimismo, es importante tener en cuenta la capacidad de carga máxima de las estanterías del almacén y no sobrepasar nunca dicho peso máximo.
Además de lo dispuesto en los puntos anteriores, un elemento de seguridad imprescindible y que protegerá al trabajador en caso de accidente son los equipos de protección individual. En esta categoría entran diversos accesorios como guantes, cascos, calzado con puntera reforzada, etc.
En función de las tareas y los posibles riesgos asociados a ellas, es recomendable establecer la obligatoriedad de aquellos equipos de protección que permitan desarrollar el trabajo manteniendo el mayor nivel de seguridad posible.
Los empleados contarán con una ventaja si conocen de antemano los posibles riesgos a los que se enfrentan en el almacén y las medidas y protocolos de actuación para evitarlos.
Es importante que esta formación sea periódica y adaptada a las peculiaridades de cada puesto de trabajo. Igualmente, es siempre recomendable proporcionar a los empleados manuales de seguridad a los que puedan acceder para consultar la normativa siempre que sea necesario.
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